dissabte, 20 d’agost del 2016

La voz que enamoró a Gerir Etherian

La ciudad entera estaba de celebración, las calles parecían cobrar vida propia, la fiesta del solsticio de verano había empezado con fuerza.
Se la conocía cómo la ciudad luminosa especialmente por el ambiente mágico que envolvía la capital durante aquellas fechas. Etherian, situada al noroeste del continente, atraía a cientos de viajeros de todo el continente para maravillarse con la espectacular fiesta.

Aquella noche en especial, se rumoreaba que cantaría una de las hijas del mayor de la ciudad de Leroi. El acto simbolizaba un regalo, las ciudades de Etherian y Leroi eran vecinas, compartían el reino, y su vinculo amistoso era muy potente. La voz de la joven elfa era un presente que los habitantes de Etherian recordarían con emoción.

En el perfectamente adornado espacio circular – la plaza mayor- estaba todo meticulosamente preparado para que la joven elfa subiera al escenario y empezara a cantar. Otra elfa de avanzada edad, vestida elegantemente y con un peinado complicado, empezó a tocar el arpa marcando el inicio de una canción terriblemente hermosa. Entonces la hija del mayor de Leroi, joven y de largos cabellos rubios, irrumpió en el escenario de manera alegre y animada. Antes de empezar a cantar expresó corporalmente lo magnifico que sonaba el arpegio de su compañera. Todo el mundo aplaudió y enseguida se hizo el silencio para escuchar la esperada actuación.

Gerir Etherian se encontraba en la terraza de su taberna favorita ajeno a los conciertos y a las actividades de la ciudad. El vino frutal que habían traído para las fiestas era exquisito y el hijo del mayor de Etherian no estaba dispuesto a moverse de su silla en toda la noche. Para el arrogante elfo podían traer un auténtico gigante de hielo, aún así, no abandonaría la compañía de sus amigos y del buen vino.
Sin embargo su interés cambio repentinamente cuando empezó a escuchar la voz más hermosa que había escuchado en su corta vida. La voz casi divina sonaba algo lejos, amplificada por los hábiles sabios y su dominio del maná.
El joven elfo se levanto de la silla y empezó a caminar hacia la plaza central como si fuera víctima de un hechizo. Aquella voz aguda era tan pura y placentera que había logrado revolver su estomago de una manera que nunca nunca antes sentida. Jamás había escuchado a nadie cantar igual y aquella voz lo enamoraba poco a poco, paso a paso. Antes de llegar a ver a la joven cantante ya tenia claro que quería ser su amante para toda la vida.
Menuda sorpresa se llevó el elfo cuando descubrió que la voz que tanto lo atraía provenía de aquella elfa alegre y despreocupada hija del mayor de Leroi. El había escuchado los rumores, como todo el mundo, pero nunca hubiera pensado que aquella voz tan especial fuera la de la joven.

Pinris canción de maná, dejó a todo el público anonadado. Cuando su hermoso canto cesó el publico, en su totalidad, estalló en aplausos y alabanzas. Se lanzaron flores en el escenario que la joven no dudó en recoger alegremente y sin dejar de hacer reverencias a su compañera del arpa.
Concretamente, el joven Gerir Etherian, quedó tan prendido de la voz de Pinris que pidió su mano al mayor de Leroi.

La idea de una boda , entre el futuro mayor de Etherian y la segunda hija del mayor de Leroi, entusiasmó a la nobleza de tal manera que los jóvenes fueron prometidos sin la aprobación de la gran cantadora.
Sin embargo nadie habría llegado a sospechar, que la joven hermosa de fina voz, escaparía de palacio para recorrer el mundo ella sola. Nadie esperó tampoco que, Pinris canción de maná, se uniera al gremio de los cazadores de Erfobos y dejara atrás, definitivamente, la vida de privilegios y responsabilidades que la esperaban en su ciudad natal.