El continente del sur era
prácticamente inhabitable. Era mucho más grande que el continente
arboral pero las expediciones allí eran escasas y nadie sabía
exactamente que podía encontrarse a parte de los desiertos y las
extensiones áridas. Sus temperaturas eran extremadamente cálidas y
el agua prácticamente inexistente fuera de las costas. La vegetación
era tan escasa como también lo era la comida. Sin embargo en aquel
lugar vivían elfos, sobretodo agrupados en las playas del norte.
Eran salvajes e incivilizados y se agrupaban en clanes o grandes
familias.
Las duras condiciones de
vida del continente del sur empujaron poco a poco estos elfos hacia
el norte, dónde a través de un paso de tierra prominente llegaron
al continente arboral. Allí las diferentes familias y clanes
formaron asentamientos rudimentarios logrando una vida mejor. En poco
tiempo y usando la fuerza ocuparon la parte sur del nuevo continente
al que habían llegado. Por supuesto tuvieron problemas con los elfos
locales, o más bien se los buscaron. Los elfos recién llegados no
dudaron en echar sus compañeros raciales lejanos y ocupar su lugar
en el continente arboral. No llegaron a las grandes ciudades pero
esparcieron su brutalidad por el sur atreviéndose a llegar cerca de
las ciudades de Ceredian o de Tofere. No se adaptaron a la
costumbres del continente arboral y se negaron a colaborar con el
resto de ciudades o poblados. Su actitud era totalmente hostil. Lo
que más molestaba al resto de los elfos era su costumbre de comer
carne animal y también sus extraños rituales brutales. El mismo
sabio de la naturaleza y de los animales exigió expulsar a los
despiadados elfos del continente arboral. Muchos respaldaron la idea
asegurando que aquellos elfos eran hijos de la diosa malvada Emfa. La
idea se consideró profundamente cuando las ciudades meridionales
empezaron a sufrir ataques reiteradamente por parte los elfos del
sur. Eran guerreros en su mayoría y actuaban de forma salvaje y
atroz. Se los apodó elfos carnívoros y entre ellos surgieron otros
más despiadados aún que fueron nombrados elfos caníbales. Estos
últimos no dudaban en cocinar otros elfos y llegaban a comerse entre
si mismos si era necesario.
Sin embargo la expulsión
de los elfos del sur del continente arboral no se llevó a cabo
nunca. Por un lado la fuerte moral y ética de los elfos residentes
descartaban la posibilidad ( aunque por supuesto no todos opinaban de
igual manera ). La balanza no se inclinaba y nunca se tomó la
decisión. Por otro lado el continente arboral se enfrentaba a una
amenaza mayor en aquellos tiempos : tres grandes gigantes de hielo
avanzaban por el océano con la intención de destruir la raza élfica
que hacía poco había profanado su lugar helado.
Los gigantes llegaron por
las costas del norte de la ciudad de Firer. Un ejército de elfos
bien coordinado los recibió para detenerlos. Se encontraron en
aquellas costas elfos de todas los rincones del continente arboral ;
diestros guerreros de Firer, soldados de Maredar, sabios, curanderos,
estrategas...Los elfos carnívoros también prestaron sus servicios y
aunque eran pocos destacaban por su ferocidad y perseverancia en el
combate. Un gigante de hielo fue derribado en aquella misma playa.
El sabio de la naturaleza ayudado por su joven aprendiz, la elfa
Animaris, convocaron un gran bandada de aves que ayudaron a tumbar al
gigante. A partir de entonces aquel lugar se llamaría: “ la playa
de la unificación élfica y las aves defensoras”.
Sin embargo los dos
gigantes restantes consiguieron avanzar hacia la ciudad de Firer
rodeados por centenares de elfos que intentaban derribar-los. Lo
sabios lanzaban potentes llamas creadas a partir de maná y los
guerreros intentaban casi inútilmente causar algún daño en los
colosos de hielo. Por suerte los gigantes estaban atacando la ciudad
mejor preparada para afrontar una guerra de aquella magnitud. Los
enemigos de escarcha no pudieron atravesar las grandes murallas de
la ciudad de Firer aunque lograron destruirlas en buena medida. Los
mejores arquitectos de la ciudad fabricaron unos grandes arcos que
lanzaban robustas y potentes flechas que desestabilizaron los
enemigos y los lanzaron al suelo provocando un “pequeño”
terremoto. Una vez tumbados los gigantes de hielo parecían menos
peligrosos ( aunque la tierra tembló de nuevo con sus intentos de
ponerse en pie).
Los elfos lograron salvar
la ciudad y asegurar el continente arboral. Los carnívoros se
ganaron su derecho a ocupar la parte sur del continente en contra del
deseo de muchos elfos arborales. Por supuesto nunca se llegó a un
acuerdo y la disputas entre las dos clases de elfos perduró en la
historia del continente arboral. La caza de animales no cesó ni
tampoco su actitud agresiva respecto a sus vecinos. Los elfos
caníbales tampoco abandonaron el continente, pues todos temían sus
costumbres y aseguraban que eran entidades mágicas oscuras. Se
organizaron algunos intentos de expulsarlos pero todos fracasaron.
Además sus hermanos carnívoros los defendían y estaban dispuestos
– lo deseaban – a entrar en guerra si era necesario.
Entonces la parte sur del
continente arboral pasó a ser una parte apenas visitada por ningún
elfo y a menudo se libraron batallas allí, sobretodo con los
despiadados caníbales, a los que nunca lograron someter. Algunos
centenares de años después nacería una elfa caníbal, en la ciudad
de Carnovir, que jugaría un papel muy importante en el futuro de
Terrara.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada